Esta recién formada comuna de la Primera Región, a 11 kilómetros de Iquique y a 650 metros sobre el nivel del mar, con una población actual de 70.000 habitantes, tiene a su haber dramáticas historias de asesinatos, olvido de autoridades, anonimatos, angustias, migraciones forzadas, tomas y campamentos, cesantía, extrema pobreza, violencia y delincuencia, etc… Pero también tiene a favor el encanto de una ciudad construida (o aún por construir) con el esfuerzo, la sencillez, la solidaridad, la fe y sacrificio, el sufrimiento y la tenacidad, los sueños y las esperanzas de miles de personas que en lo más íntimo de su corazón esperan días de primavera, días de bonanza y días en que sus niños y adolescentes puedan ser atendidos, regaloneados, queridos. Fieles al llamado del Fundador, nuestra Congregación está dando sus primeros pasos. Recientemente los Hermanos Juan Cebrián e Isidro Azpeleta estuvieron en Iquique y Alto Hospicio, en conversación con las autoridades de la Iglesia, ministeriales, regionales, comunales y vecinales, con el objeto de informar sobre la formación del nuevo colegio, motivar para la colaboración y apoyo, y dar los pasos necesarios a fin de conseguir un terreno para el futuro colegio y para la vivienda de la Comunidad de Hermanos. Las Proyecciones son:
- Año 2005: ubicación del lugar más conveniente, conseguir terreno para el colegio y vivienda para la comunidad.
- Año 2006: Fundación de la Comunidad de Hermanos, construcción de la primera etapa del colegio, selección de personal y contratación.
- Año 2007: Inauguración del Colegio, inicio de las clases en la sección preescolar y Básica Inicial. Construcción del 2º ciclo enseñanza Básica.
- Año 2008. Inicio de 5º básico y así sucesivamente hasta convertirse en un colegio Técnico Profesional, con posibilidades de mucha apertura al sector donde está. En nuestros primeros contactos hemos podido comprobar la satisfacción que muestran tanto la gente de la población como los líderes locales ante la posibilidad de un colegio que les ofrece reales esperanzas de superación personal, acción social y educativa, y presencia de Iglesia allí donde es muy escasa. Las fotografías que estamos observando nos pueden ilustrar sobre las situaciones de pobreza y necesidad. Que María, la Buena Madre bendiga nuestros sueños y deseos de fidelidad a los llamados de la Iglesia, de nuestro Fundador y de las prioridades de nuestra Provincia Santa María de los Andes.
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