Por estos días, 85 hermanos y 10 laicos de
los cinco continentes están participando de esta
asamblea en Roma, bajo el lema "Corazones Nuevos, para
un Mundo Nuevo"
:
Un Capítulo General expresa la participación de todos
los Hermanos en la Vida y Misión del Instituto y la
corresponsabilidad en el Gobierno. Asimismo, ejerce la
Autoridad Suprema en el instituto y es convocado por el
Hermano Superior General.
En él participan los miembros de derecho:
hermano Seán Sammon (Superior general), hermano Luís
García Sobrado (Vicario general), hermano Benito Arbués
(anterior Superior general), los seis hermanos miembros
del Consejo general actual y 25 Provinciales.
También están los miembros elegidos: 49 hermanos
maristas, delegados al Capítulo general. Ellos son
escogidos por los Hermanos de su Provincia o Distrito
según una fórmula de proporcionalidad. Por último, están
convidados dos hermanos y 10 laicos.
Durante este tiempo, sus funciones serán:
- Estudiar los asuntos de mayor importancia relacionados
con la naturaleza, fin y espíritu del Instituto.
- Promover la renovación y adaptación del Instituto, por
ello cuenta con los aportes y sugerencias de todos.
- Proponer a la Santa Sede modificaciones a algún punto
de las Constituciones.
- Elegir al Hermano Superior General, al Hermano Vicario
General y a los Hermanos Consejeros Generales.
Los invitamos entonces a orar por nuestro Capítulo
General, para que el Espíritu Santo acompañe e ilumine a
quienes participan de esta experiencia tan importante
para nuestra familia marista.
Oración por el Capítulo
Te alabamos Señor, Dios nuestro, Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
Tú inspiraste a Marcelino Champagnat para trabajar por
tu Reino,
dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar en las
circunstancias
concretas de las gentes de su tiempo,especialmente los
pobres.
Tú le diste a María como recurso ordinario y modelo del
sí ilimitado
para responder a tu llamada con valentía y decisión.
Tú has otorgado a generaciones de hermanos y laicos
el mismo celo por trabajar para hacer nacer la vida de
Cristo
en este mundo que cambia constantemente.
Te damos gracias por las bendiciones
abundantes que derramas sobre
nuestro Instituto en todos los aspectos de su vida y
misión.
Te agradecemos que el carisma marista haya crecido a lo
largo del tiempo
hasta ser cada vez más significativo. Nos alegramos con
los numerosos
hombres y mujeres que siguen compartiendo y manteniendo
vivo
el sueño de Marcelino de acercar a los jóvenes a Jesús y
María.
Como Champagnats de los tiempos modernos, somos
conscientes de
los retos que se nos plantean en las realidades del
mundo
y de los jóvenes. Llénanos de sabiduría para que veamos
claramente
el camino por el que nos conduces a fin de que podamos
continuar
siendo signos de tu presencia amorosa en nuestros días.
Da a los delegados de nuestro XXI Capítulo
general apertura de mente
y generosidad de corazón para saber interpretar los
signos
de los tiempos. Inspírales para que disciernan
sinceramente
lo que Tú quieres para nuestro Instituto.
Y mientras vamos avanzando en la fe, la esperanza y el
amor
hacia los doscientos años de presencia marista en medio
de los jóvenes,
crea en nosotros corazones nuevos para un mundo nuevo.