Hoy el Mundo Marista conmemora un nuevo aniversario del nacimiento de su Fundador. En el pueblo de Rosey, Francia, fue donde María Teresa Chirat dio a luz a su noveno hijo; Marcelino José Benito Champagnat Chirat. Acá una breve historia de ese día, resaltada por la Casa General Marista.
Rosey era una aldea, de las muchas que componían, el ayuntamiento de
Marlhes, que agrupaba más de 2500 habitantes. El lugar, muy atractivo, daba escaso margen a la fertilidad, las condiciones eran poco favorables. El calendario señalaba el año de la Revolución Francesa; 1789.
Catorce años antes, Juan Bautista Champagnat, 19 años, había contraído matrimonio con María Teresa Chirat, de 29 años, de la aldea de Malcoignière. Ella pasó a vivir a Rosey, donde se dedicaba al comercio de telas y encajes, debiendo ampliar el negocio con la agricultura y los trabajos del molino.
El día 20 de mayo, miércoles de rogativas, María Teresa dio a luz a su noveno hijo: Marcelino. Tres habían fallecido en edad temprana, al igual que sucedería después con el décimo y último. Dos semanas antes, el 5 de mayo, se habían inaugurado en Versailles los Estados Generales. Se alumbraba una nueva época: la Edad Contemporánea. Nacía un futuro Santo.
Al día siguiente, jueves de la Ascensión, el bebé fue llevado a la pila bautismal de Marlhes, actuando de madrina, su prima Margarita Chatelard y de padrino, su tío Marcelino Chirat. Desde ese momento pasó a llamarse
Marcelino José Benito.