Ante todo el “Movimiento Champagnat de la Familia Marista – Sector Chile” les saluda y les desea una Feliz Pascua de Resurrección. Jesús ha resucitado y con El, renovamos la confianza de que solo a través del amor podremos construir un mundo más justo y solidario y donde reine la fe, esperanza y caridad. Este año, la Semana Santa vino acompañada por una visita inesperada, que aparte de recluirnos en nuestros hogares, nos ha obligado a vivir este tiempo a través de una pantalla. Pero el Covid19 trajo consigo algo más, y este es, un anhelo que se ha hecho un deseo común, para cuando todo esto termine, de sentarse con la familia y los amigos, en torno a una misma mesa para compartir, pero por sobre todo, abrazarse y expresar cuanto nos queremos. Y es en este contexto es que les quiero hablar de una gran familia que también comparte los mismos deseos, la del Movimiento Champagnat de la Familia Marista”, que este 2020 cumple 35 años.

 En términos muy generales, este Movimiento Champagnat de la Familia Marista lo conforman todas las personas (laicos, laicas y hermanos) que adhieren de diversas maneras al Carisma Marista, y desde allí viven su compromiso cristiano y participación en la Iglesia con un Proyecto de vida en Fraternidad. Está presente en varios países del mundo marista: Asia, Medio oriente, América del Norte y América del Sur.

En Chile el Movimiento está conformado por seis fraternidades. La primera fraternidad, L´Hermitage, se conformó en el año 1973, mucho antes de que naciera oficialmente este Movimiento en el mundo, en el año 1985, cuando en el XVIII Capítulo general de los Hermanos Maristas se lanzó el Movimiento laical llamado Movimiento Champagnat de la Familia Marista y que las Constituciones de los hermanos aprobadas por la Santa Sede lo definen así: “El Movimiento Champagnat de la Familia Marista, una prolongación del Instituto Marista (Const. 164.4). Esta primera fraternidad “L´Hermitage” nace como una Comunidad de Base,en el Instituto Alonso de Ercilla. Hasta el día de hoy debemos destacar que sus miembros se reúnen casi todas las semanas, dando testimonio de su fidelidad y compromiso con Dios y el Carisma Marista heredado de Marcelino Champagnat.

En las siguientes publicaciones les iremos dando a conocer la historia de este Movimiento en nuestro Sector, por ahora, les dejo con un breve testimonio de una fraterna de la primera comunidad de Chile.

“La experiencia de vivir en fraternidad nos ha enriquecido espiritualmente hemos crecido en la fe con la lectura de la Palabra. Ha habido mucha entrega mutua, oración de unos por otros, compartir penas y alegrías, y mucho apoyo entre nosotros. En resumen… hemos vivido como hermanos, hemos hecho vida el Espíritu de Familia del que nos hablaba el Padre Champagnat”. (Gioconda)