Esperamos de todo corazón que nuestra educación marista esté impregnada del sabor que ustedes necesitan para un futuro mejor, desde la perspectiva cristiana y ciudadana. Que la educación de calidad que les entregamos les permita desarrollarse plenamente en lo cognitivo, valórico, físico y afectivo- espiritual.

Nuestro modelo de evangelizar educando nos dice que “el colegio marista es un lugar excelente de educación a la vida, al desarrollo cultural, a la formación profesional, al compromiso por el bien común. En su interior se produce el diálogo con las distintas culturas y religiones. A menudo, es el único punto donde los jóvenes encuentran mensajeros de la Buena Nueva. No es sólo “lugar de aprendizaje”, sino ámbito de vida, plataforma educativa que favorece la formación en las diferentes facetas de la persona y la interrelación entre los individuos a muy diferentes niveles. Supera, pues, el concepto reduccionista de “aula” o “ámbito académico”; y desborda, con mucho, el programa oficial de asignaturas. Su finalidad es la educación integral de la persona. A través del proceso educativo, ayudaremos a que ustedes comprendan el presente e imaginen el futuro de la sociedad y de la humanidad”.

En este momento tan especial y distinto de nuestra historia de vida y escolar, seguiremos trabajando en forma permanente el concretar en nuestros actos, profesionalismo, testimonio y experiencias educativas esta tan loable intención.

Dios quiera que les estemos brindando las herramientas necesarias para un mañana mejor, que no esté ponderada sólo por el éxito, sino por el servicio y una vida feliz, no exenta de pruebas y dificultades.

"Miren con gratitud el pasado, vivan con pasión el presente y abracen juntos el futuro".
Que Jesús, María y Champagnat los acompañen siempre.